sábado, 11 de mayo de 2013

La Caridad del Cobre en Nueva York


Fachada actual del templo


Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
en Nueva York
Ana Dolores García

En la ciudad de Nueva York,  bien cerca del concurrido Broadway y en una pequeña iglesia casi desconocida por los turistas, se encuentra una preciosa imagen de Santa María de la Caridad del Cobre, tan desconocida para los cubanos que visitan la ciudad como para cualquier otro turista extranjero.

Esa pequeña iglesia es “Our Lady of Esperanza” y el conocer su historia es también de interés para todos los hispanos que viven o visitan la gran manzana, porque su construcción se debió a la gestión de una dama hispana, doña Manuela de Laverrerie de Barril, esposa del Cónsul General de España en Nueva York.

La señora Laverrerie logró convencer al magnate ferroviario y presidente de la “Hispanic Society of America”, Archer Milton Huntington, que hiciera donación de terrenos y dineros para levantar  un templo en el Alto Manhattan en beneficio de los numerosos católicos hispanos de Nueva York.


El templo antes de la adición de 1924


La iglesia quedó inaugurada en 1912 en una suave colina conocida como Audubon Park, y contó con una espléndida donación del rey Alfonso XIII de España: la lámpara del Santísimo. 

Su primer párroco lo fue el P. Adrian Buisson, de origen francés-español. El aumento sostenido de la feligresía obligó a la ampliación del templo en el año 1924, mediante la adición de una extensión al frente del edificio.

Aunque la iglesia comparte  sitio con el Audubon Terrace Museum Complex, es una entidad completamente independiente. Todo el Complejo fue catalogado en 1979 como Distrito Histórico de la Ciudad de Nueva York.  

La imagen de nuestra Patrona

Cuatro años después de la inauguración del templo, en 1916, un cubano residente en el área, Leoncio Serpa, propuso al párroco la idea de donar una imagen de la patrona de Cuba, que sería costeada y ofrecida como regalo por el pueblo cubano.  Aceptada la idea por el P. Buisson, Serpa se dio a la tarea de dirigir la cuestación a través del importante periódico habanero “Diario de la Marina”, cuyo director, Nicolás Rivero, encabezó personalmente la cuestación.

A la par que se producían las generosas donaciones, se encomendó a un escultor español, Ramón Mate, que tallara una réplica de la imagen en su taller de Barcelona. La talla fue hecha en una sola pieza de madera dura cubana (¿caoba?) y remitida primeramente a La Habana. Allí fue bendecida por   Mons. Pedro L. González Estrada, Obispo de la Habana, durante una Eucaristía que contó con la asistencia de un gran número de feligreses.     

La imagen fue enviada entonces a Nueva York y entronizada temporalmente en el altar mayor de la iglesia Our Lady of Esperanza en junio de 1920.  Apenas dos meses después, el 12 de septiembre del propio año, en la Festividad del Dulce Nombre de María, la imagen fue entronizada  en un nicho preparado especialmente para ella sobre el tabernáculo del altar mayor, ante la presencia de hispanos de todas partes de la ciudad y de autoridades civiles y diplomáticas.  




Se considera esta imagen con “uno de los más bellos ejemplos de talla en madera que existen en Nueva York”. 
Pequeña, como la original que se encuentra en el Cobre, mide sólo 18 pulgadas. Su rostro sonriente y los brazos abiertos del Niño invitando a la confianza, dejan en quien la contempla una perdurable impresión.
Un amplio manto blanco cae desde sus hombros hasta sus pies y, al estilo de lo usado en el siglo XV, su cuello va adornado con un collar doble de muselina. Su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, mientras que en la mano derecha muestra la cruz.  
La imagen de María descansa sobre una nube sostenida por tres hermosos querubines y a sus pies brilla una plateada luna creciente con sus cuernos dirigidos hacia abajo. También un brillante sol  extiende sus rayos sobre sus hombros y la envuelve en gloria. Sobre el sol, 12 estrellas, colocadas en forma de halo, que sostienen el monograma mariano.
Es la representación de lo escrito en el Libro del Apocalipsis: “Y un gran signo aparecerá en los cielos. Una mujer vestida del sol y calzada de la luna, y en su cabeza una corona de doce estrellas…”.


Iglesia Católica Our Lady of Esperanza
624 West 156th Street, near Broadway
New York, NY, 10032





lunes, 6 de mayo de 2013

MAYO-2013




SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
si miro con tus ojos jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre para poder rezar;
si rezo con tus labios Jesús me escuchará.

Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar;
es tu lengua, patena de gracia y santidad.

Dame tus brazos, Madre, que quiero trabajar; entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre, que cubra mi pobreza; cubierto con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar;
si tu me das Cielo, ¿que mas puedo anhelar?.

Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar:
esta será mi dicha por una eternidad.