domingo, 13 de septiembre de 2015


















Que tu gracia, Madre, inspire nuestras obras,
las sostenga y acompañe, 
para que todo nuestro trabajo de hoy
sea agradable a Dios y a nuestros hermanos.
Derrama tu bendición sobre nuestros familiares y amigos,
para que encuentren en Cristo su verdadera felicidad.
Hoy te encomendamos a todos nuestros familiares y seres queridos, para que los ayúdes en todas sus necesidades
y los protejas de todo mal y peligro.

 Amén.










domingo, 6 de septiembre de 2015



ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN.







(De San Luis Gonzaga.)




¡Oh María! ¡Soberana y Señora nuestra!


En vuestro misericordioso seno me arrojo con confianza,

y bajo vuestra Santa custodia pongo sin reserva

por todos los días de mi vida,

y a la hora de mi muerte, mi alma, mi cuerpo,

mi esperanza y mi consuelo,

mis penas y mis miserias, 

mi alegría y mi felicidad, para que mis pensamientos,

mis palabras y mis obras sean dirigidas

según vuestra voluntad 

y la de vuestro adorable Hijo.


 Amén.












viernes, 4 de septiembre de 2015

ORACION A LA VIRGEN DE LA CARIDAD PARA TRES CAUSAS URGENTES













ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA CARIDAD


 PARA TRES PETICIONES 

DIFÍCILES Y URGENTES 


¡Oh celeste tesorera de todas las gracias,

Madre de Dios y madre mía, María!
que eres la hija primogénita de el Padre eterno
y que tienes en tus manos su omnipotencia,
ten piedad de mi alma y concédeme
el favor que fervorosamente suplico:





(decir la primera petición con gran fe).


Rezar tres Avemarías.


Oh misericordiosa dispensadora de las gracias divinas, 

María Santísima,de la Caridad

Madre del Hijo de Dios encarnado!

que te coronó con Su inmensa sapiencia,

considera la grandeza de mi sufrimiento

y concédeme la gracia de que tanto necesito



(decir la segunda petición con toda confianza)


Rezar tres Avemarías.


Oh dulcísima dispensadora

de las gracias divinas,

Inmaculada esposa de el eterno Espíritu Santo,

Madre nuestra María Santísima de la Caridad!

que de Él recibiste un corazón

que se conmueve por piedad

de las desventuras humanas

y no puede resistir a consolar los que sufren,

ten piedad de mi alma

y concédeme esta gracia que espero

con plena confianza en tu inmensa bondad:




(decir la tercera petición con mucha esperanza).


Rezar tres Avemarías.


Si, si, mi Madre de la Caridad,

tesorera de todas las gracias,

refugio de los pobres pecadores,

consoladora de los afligidos,

esperanza de quien se desespera,

deposito en ti toda mi confianza

y tengo certeza de que obtendré de Jesús

las tres peticiones difíciles y urgentes 

que con humildad le he presentado 

y que en estos momentos tanto preciso.

¡Poderosísima intercesora nuestra, 

mi dulcísima madre buena y comprensiva, 

admíteme en tu amorosa presencia!

te alabo en unión de los Coros Angélicos, y te reconozco 

como soberana Emperatriz de Cielos y tierra, 

y te ruego guíes mi vida y me protejas bajo tu manto, 

líbrame de todo peligro de alma y cuerpo

y haz que merezca verte y gozar 

de tu amable compañía en el Cielo.


Así sea.




Dios te salve, Reina y Madre de misericordia...





Hacer la oración y los rezos nueve días seguidos.














jueves, 3 de septiembre de 2015

VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE











Y una gran señal apareció en el cielo:

 una mujer vestida del sol,

 con la luna debajo de sus pies,

 y una corona de doce estrellas

 sobre su cabeza







NOVENA A LA SANTISIMA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE SEPTIEMBRE-2015









Oración de inicio


Acordaos, oh piadosísima Virgen María!,

que jamás se ha oído decir que ninguno de los que haya acudido a Vos,

 implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro,

 haya sido abandonado de Vos.

Animado con esta confianza, a Vos también acudo,

 oh Virgen, Madre de la vírgenes,

y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados

me atrevo a comparecer ante Vuestra Santísima presencia soberana.

No desechéis oh purísima Madre de Dios mis humildes súplicas,

 antes bien, escuchadlas favorablemente.

 Así sea.














Día Primero (30 de agosto)


¡Dios te salve!

¡Cuánto se alegra mi alma, amantísima Virgen,

con los dulces recuerdos que en mí despierta esta salutación!

Llénase de júbilo mi corazón al pronunciar el Ave María,

para acompañar el gozo que llenó tu espíritu

 al escucharla de boca del Ángel,

congratulándose así de la elección que de ti hizo

 el Omnipotente para darnos al Señor.


Día segundo: (31 de agosto)


¡María, nombre santo!

Dígnate, amabilísima Madre,

 sellar con tu nombre el memorial de nuestras súplicas,

dándonos el consuelo de que tu Hijo, Jesús,

 las atienda benignamente para alcanzar pleno convencimiento

 en la práctica de nuestros deberes religiosos,

 sólida confirmación en las virtudes cristianas 

y continuas ansias de nuestra eterna salvación.


Día tercero: (1 de septiembre)


Llena de Gracia,

¡Oh dulce Madre! Dios te salve, María,

 sagrario riquísimo en que descansó corporalmente la plenitud 

de la Divinidad: a tus pies nos presentamos hoy

 para que la gracia de Dios se difunda abundantemente

 en nuestras pobres almas, las purifique, las engrandezca 

y cada día aumente más en ellos el verdadero amor a Dios

 y a nuestros hermanos.


Día cuarto: (2 de septiembre)


 El Señor es contigo:

 ¡Oh Santísima Virgen! Aquel inmenso Señor,

 que por su esencia está en todas las cosas,

 está en ti y contigo de un modo muy superior. 

Madre mía, venga por ti a nosotros.

 Pero ¿cómo ha de venir a un corazón lleno de tanta suciedad.

Aquel Señor que para hacerte habitación suya quiso,

con tal prodigio, que no perdieses, siendo madre, tu virginidad?

¡Oh muera en nosotros toda impureza!


Día quinto: (3 de septiembre)


Bendita tú eres entre todas las mujeres.

Tú eres, oh Santísima Virgen María, la gloria de Jerusalén,

tú eres la alegría de Israel, tú eres el honor de nuestro pueblo.

Si por una mujer, Eva, tantas lágrimas se derramó en el mundo,

por ti nos llegó la redención. Por esto, tú serás siempre bendita.

Alcánzanos una fe viva y operante para considerar e imitar

 las grandes obras que en ti y por ti obró Dios.


Día sexto: (4 de septiembre)


Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Deploramos grandemente, purísima Virgen y amantísima Madre,

que hayamos cometido tantos pecados,

 sabiendo que ellos hicieron morir en tu cruz a tu Hijo.

Sea el fruto de nuestra oración,

que no cesamos de llorarlos hasta poder bendecir 

eternamente a Jesús,

fruto bendito de tu vientre virginal.


Día séptimo: (5 de septiembre)


Santa María, Madre de Dios.

Tu mayor título de grandeza, tu mayor dignidad,

oh María es haber sido elegida para Madre de Jesucristo,

 Hijo de Dios.

De esta elección divina proceden todas tus gracias y prerrogativas.

No olvides nunca que también fuiste designada por tu Divino Hijo,

al pie de la cruz, como Madre espiritual nuestra.

Que nunca nos falten fuerzas para mostrarnos 

como dignos hijos tuyos.


Día octavo: (6 de septiembre)


Ruega por nosotros, pecadores.

En ti Virgen María, como en alcázar nos refugiamos.

Aunque el vértigo de la vida 

 los enemigos del alma nos hayan despojado

o puedan despojarnos de las preciosas vestiduras de la gracia,

alejándonos de ti y de tu amado Hijo,

 nunca nos cierres las puertas de Sagrado Corazón.


Día noveno: (7 de septiembre)


Ahora y en la hora de nuestra muerte .

Siempre estamos expuestos a perder la gracia de Dios

 y condenarnos.

Haced, Santísima Virgen María,

que por vuestra intercesión nunca perdamos el favor de Dios;

que en esta difícil lucha por la vida encontremos en ti

 la protección maternal que tanto necesitamos

 y una Abogada en la hora de nuestra muerte.



Pídase el favor que se desea conseguir.









Oración Final


Oh, Señora mía, Oh Madre mía, yo me entrego del todo a ti;

Y en prueba de mi filial afecto,

te consagro en este día mis ojos,

mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy tuyo,

Oh Madre de piedad,

guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya.

Amén.