martes, 19 de enero de 2016



















Dulce Madre, no te alejes,

tu vista de mi, no apartes

ven conmigo a todas partes

y solo nunca me dejes:

ya que Tú me quieres tanto

como verdadera madre,

haz que me bendiga el Padre,

el Hijo y el Espíritu Santo.






AMÉN











¡Dios te salve, Maria, llena eres de gracia,

 el Señor es contigo!


 ¡ Dios te salve, esperanza del indigente,

 Madre de los que no tienen madre!


 ¡Oh, Maria! Cuando mi corazón quebrantado gime,

 cuando mi alma está envuelta en tristeza y espanto,

 cuando el viento de las tentaciones se desencadena,

 cuando la tormenta de mis pasiones estalla en el corazón,

 cuando mis pecados me hayan cerrado las puertas del cielo

 y me hayan robado la amistad de mi Dios; 

en esta hora de tribulación y angustia,

 ¿a quién acudiré sino a tu Nombre bendito,

 bienaventurada María,

 consuelo de afligidos y refugio de pecadores?


¡Oh, Maria! Tú eres verdaderamente la Estrella del mar que

 salva a todos los que en él peligran,

 y levantan hacia Ti sus ojos. 

Te llamo hoy en mi socorro,

 ¡oh, misericordiosísima Madre de Dios!

 y corro hacia Ti con la confianza del niño que

se refugia en los brazos de su madre.


 Ábreme los tuyos,dame el derecho de asilo en tu Corazón,

 dime esas dulces palabras:

 "No temas, soy tu abogada; hablaré por Ti;

 como una madre consuela a su hijo afligido,

 te consolaré".


 ¡Oh,Madre mía!

Di estas palabras y la paz volverá a mi alma. 

Ven, ¡oh, Maria! ven, con la dulzura que 

te acompaña siempre, a visitarme en mis penas.

Ven a reanimar mi valor,

ven a traerme la gracia de Jesús,

y que tu Nombre, lleno de gracia,

sea con el Nombre de Jesús 

el último nombre que pronuncie en la tierra.




Amén.








Concluir la visita con tres Avemarías,



 diciendo al final de cada una:



Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.

































ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN.

(De San Agustín.)

¡Oh bienaventurada Virgen!

 Al ofrecer Vos misma nuestras súplicas al Señor,

 hacedlas menos indignas de que le sean presentadas

 para que por vuestra intercesión consigamos lo que

 pedimos con  confianza.

 En vuestra poderosa mediación confiamos para obtener el

 perdón de nuestros pecados y después la gloria eterna,

  a fin de tener la felicidad de alabaros,  

 y de ensalzar la misericordia del Señor, 

 por los siglos de los siglos.

 Amén.



















domingo, 17 de enero de 2016

ENERO-2016












Continuamente te rezamos, Señor, por nuestra madre.

La recordamos con paz y con amor ante Ti, 

seguros de que ella vive,

como estamos seguros de que vives Tú

y de que tu amor dura para siempre.

La recordamos cuando estaba entre nosotros...

A veces, nos parece sentir el calor y el sosiego 

de su presencia protectora como cuando vivía aquí, 

mucho más para nosotros que para sí misma.

Dale, Señor, tu amor, dale tu vida. 

Dale tu paz.Tenla muy cerca de Ti.

Sea feliz y ruegue ante Ti por nosotros.

Ayúdanos a vivir lo que ella nos enseño, 

más con amor que con palabras.

A rezarte como ella, a quererte como ella, 

a hacer de Ti y de los demás, igual que ella

el sentido de nuestra vida.

Y si por descuido o por debilidad en algo te faltó,

perdónala, Tú que sabes lo que es ser Padre y Madre 

y conoces como nadie el amor

   y el perdón sin medida  ni límites...

Perdónale sus faltas por lo mucho que amó a todos.

Gracias, Señor, por esta oración que nos llena de paz 

en el recuerdo de nuestra madre.



A m é n.