lunes, 13 de febrero de 2017














NUEVE BENDICIONES AFECTUOSAS
A LA VIRGEN MARÍA


 ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.

 Avemaría. 

 ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros pechos virginales, con cuya leche se alimentó el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría. 

 ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo en que reposó y durmió dulcemente el hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría. 

 ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros santísimos brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría. 

 ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditas vuestras hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría. 

 ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros ojos virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría. 

 Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros oídos castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría. 

 Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos ósculos en el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría. 

 ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendita vuestra lengua angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma.
 Avemaría.









domingo, 12 de febrero de 2017


Para el mes de febrero, el Papa Francisco 

propone rezar por los marginados, los 


refugiados, las personas pobres, en 


definitiva por todos los excluidos, para 


que "encuentren acogida y apoyo en 


nuestras comunidades”.




“Queridos hijos, vosotros que os esforzáis en ofrecer cada día de vuestra vida a mi Hijo, vosotros que procuráis vivir con Él, vosotros que oráis y os sacrificáis, vosotros sois la esperanza en este mundo inquieto. Vosotros sois los rayos de la luz de mi Hijo, el evangelio vivo, y sois mis queridos apóstoles del amor. Mi Hijo está con vosotros, Él está con los que piensan en Él, con los que oran, pero de la misma manera, Él espera pacientemente a los que no lo conocen. Por eso vosotros, apóstoles de mi amor, orad con el corazón y mostrad con las obras el amor de mi Hijo. Esta es la única esperanza para vosotros, este es el único camino hacia la vida eterna. Yo, como Madre, estoy aquí con vosotros. Vuestras oraciones dirigidas a mí, son para mí las más bellas rosas de amor. No puedo no estar allí donde siento el perfume de rosas. Hay esperanza. Os doy las gracias”







“¡Queridos hijos! Hoy os invito a orar por la paz. Paz en los corazones, paz en las familias y paz en el mundo. Satanás es fuerte y quiere poneros a todos en contra de Dios, haceros regresar a todo lo que es humano y destruir en los corazones todo sentimiento hacia Dios y las cosas de Dios. Vosotros, hijos míos, orad y luchad contra el materialismo, el modernismo y el egoísmo que el mundo os ofrece. Hijos míos, decidíos por la santidad, y yo, con mi Hijo Jesús, intercedo por vosotros. Gracias por haber respondido a mi llamada”