domingo, 19 de septiembre de 2021

Gozos de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre SEPTIEMBRE 2021

 







Gozos de nuestra Señora de la Caridad del Cobre

 

Nadie podría discutir hoy la impronta que la devoción a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre ha dejado en la cultura cubana, especialmente en la poesía. Cantada por muchísimos repentistas y trovadores, alimentó también creaciones de autores reconocidos, como Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, Luisa Pérez de Zambrana y Emilio Ballagas. Aunque son los siglos xix y xx los más ricos en bibliografía, existen documentos de interés en la centuria anterior. Ese es el caso de los “gozos o coplas” que en alabanza de la Madre de Dios se entonaban en el santuario del Cobre y que se conservaron, de generación en generación, con lógicas transformaciones.

 

Los “gozos de María” son una devoción de origen medieval que la Orden de San Francisco se encargó de fomentar. Se componen de un número de coplas o meditaciones –cinco, siete, nueve y hasta quince–dedicadas a momentos relevantes de su existencia: Anunciación, Natividad… aunque en ciertas advocaciones se sustituyen por la historia de esa devoción y milagros atribuidos a ella. Se hicieron muy populares en diversas naciones europeas y fueron cultivados como género por poetas relevantes, como el monje castellano del siglo xiii Gonzalo de Berceo, autor de unos Loores de Nuestra Señora. También fueron representados en cuadros o retablos para la veneración de los devotos en templos y capillas particulares.

 

No puede afirmarse que los gozos del Cobre sean demasiado originales como composición literaria. Probablemente los elaboró un capellán del santuario, guiándose por ejemplos más antiguos dedicados a otra advocación, como los que tradicionalmente se rezaban a la Virgen del Pilar en Zaragoza. Pero en ellos, tanto por su condición de oración antifonal –es decir, donde alternan, estrofa y estribillo, que podrían corresponder en la liturgia al diálogo entre cantor y coro-, como por la sencillez con que relatan el hallazgo de la imagen y sus milagros, está la impronta de lo auténticamente popular.

Ofrecemos a los lectores una versión de los “Gozos” publicada en 1865.

 


Gozos de Nuestra Señora

 

Pues te hizo la Trinidad

Tan perfecta y sin igual

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.


Sobre las aguas vinisteis

a dar al hombre consuelo,

como una señal del cielo

a tres os aparecisteis,

con esto claro nos disteis

pruebas de tu gran piedad

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

Así como no violó

la culpa a vuestro candor,

el mar con su gran furor

vuestra imagen respetó,

todo este honor mereció

vuestra inmensa santidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

Los enfermos que han llegado

pidiendo a vos la salud

todos por vuestra virtud

enteramente han sanado,

esto lo ha experimentado

el que os llama en realidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

Cojos, tullidos, baldados,

frenéticos y leprosos,

si os suplican fervorosos

quedan por vos remediados,

todos salen consolados

de cualquier calamidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

Los ciegos que en tu presencia

la vista han recuperado,

claro testimonio han dado

con su mucha concurrencia,

ellos, por tu gran clemencia

pregonan su sanidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

La que en el parto ha llegado

a estado muy peligroso,

vuestro nombre poderoso

felizmente le ha sacado,

ni la estéril se ha quedado

por vos sin fecundidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

La llaga que causa espanto

y las fiebres peligrosas

se retiran vergonzosas

al oír tu nombre santo,

así se repite tanto

en cualquier penalidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

En las borrascas del mar

el hombre más afligido,

ya en el agua sumergido

vos le llegáis a sacar,

nadie se ha visto ahogar

si os llama con humildad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.


En hambres y tempestades,

epidemias, terremotos,

si a vos se acogen devotos

ceden las calamidades,

por vos en las sequedades

viene la fertilidad:

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

Pues te hizo la Trinidad

Tan perfecta y sin igual

Líbranos de todo mal

Virgen de la CARIDAD.

 

V. Oh Virgen sagrada, dígnate que yo te alabe.

R. Concededme virtud contra tus enemigos.

 


 

Oración

 

¡Oh Dios!, que eres por esencia caridad y que la derramas por tu mismo espíritu en los penitentes, concede a los que ruegan humildes que por la invocación de María, tu madre y nuestra con el título de Caridad que a su alma es comunicada, podamos por su maternal intercesión llegar a aquella que vino del cielo, por N.S. Jesucristo, hijo tuyo que contigo vive y reina en unidad del mismo Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. 


Amén.