viernes, 1 de agosto de 2014

Agosto-2014







 
 
 
 
 
Oh, María, llena de gracia,
Inmaculada siempre Virgen María,
Madre de Cristo y Madre Nuestra,
te ofrecemos nuestra humilde y filial voluntad de honrarte
y celebrarte siempre, con culto especial que reconoce 
las maravillas de Dios,
obradas en Ti con una devoción particular que exprese nuestros
sentimientos más puros,
más humanos, más generosos, más personales
y que haga resplandecer alto sobre el mundo el ejemplo atrayente
de la santidad.
Oh María, te suplicamos nos hagas comprender,
desear y poseer la pureza del alma y del cuerpo,
en los pensamientos y en las palabras, en el corazón y en el amor,
enséñanos el recogimiento y la interioridad,
danos la disposición para escuchar la palabra de Dios,
enséñanos la necesidad de la oración,
que Dios solo ve en lo secreto.
Obtennos este Don, Oh María, la fe siempre plena,
fuerte, la fe sincera y viva.
Tú, Oh bienaventurada que has creído,
confórtanos con tu ejemplo,
obtennos este don.
Y después, Oh María, solicítanos a tu ejemplo
y tu intercesión la esperanza;
También de esperanza tenemos necesidad.
Tú resplandeces ahora ante el pueblo de Dios,
como signo cierto de esperanza y de consolidación.
Oh María, Madre Nuestra, enséñanos la caridad, el amor,
el amor a Cristo, el amor único, el amor mortal,
el amor a los hermanos,
ayúdanos a amar a los otros, al prójimo como hiciste tú, María.