No todas las noches
se tiene sueño, hay días que son así, interminables...
Hay quien cuenta ovejas, hay quien lee, pero
no creo que haya mejor manera que arrullarse con la canción de cuna más eficáz
que podrás encontrar...
Rezarle a María, el Rosario será, un canto que
calme, al corazón inquieto que más, en su regazo encontramos cobijo y su mirada
nos regala la paz.
María como buena Madre nuestro sueño velará,
convirtiendo cada respiro y latido en oración agradable a su Hijo hará.
Madre mía, vela mi sueño y cuando cierre los
ojos conciliándolo habiendo, un beso te pido que dormir tranquilo me hará.
No habrá mayor
consuelo para una madre, que encontrar a su hijo con el rosario en la mano,
pues con la mejor compañía estará.
Acordaos, ¡oh
piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que
han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las
vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante
Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y
acogedlas benigna mente. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario